El término sería de aplicación solo a las familias que hubieran perdido algún hijo, no a las que no los hubieran tenido nunca.
El mayor problema sería detectar a ese tipo de familias. Las viudas, los huérfanos, las madres solas, los niños abandonados, y todo ese tipo de casos, son visibles y cuantificables porque precisan de algún tipo de ayuda social material: dinero, instalaciones, servicios, personal. Pero los padres cuyos hijos fallecen, muchas veces no necesitan ningún tipo de ayuda social material, sino que necesitan amor y comprensión, y eso de donde mejor sale es de otras familias en la misma situación, como a veces ha comentado Sergio.