El término “proleabsente” es largo y técnico, aunque podría tener alguna utilidad, aplicado a la familia más que al padre o la madre. Del mismo modo que se habla de la “familia monoparental” se podría hablar de la “familia proleabsente”. Por ejemplo: “Hasta hace unos años había muchas familias proleabsentes debido a la alta mortalidad infantil.” O sea, familias en las que ha fallecido alguno de los hijos.
También “adolescente” es largo y técnico, pero se usa porque la idea se expresa solo con esa palabra. El mayor inconveniente de mi neologismo lo veo, como dice Francisco J., en que habría que usar dos palabras.